lunes, 29 de octubre de 2018

Dios del Universo



He abierto este blog porque quiero ordenar mis ideas. Escribir en Facebook me marea y me vuelve loco. He llegado a la mitad de mi vida y me pregunto en qué creo. ¿Tiene lugar la trascendencia en mi vida? ¿Soy agnóstico, ateo, creyente? ¿En qué me he convertido ahora que tengo ya 53 años? ¿Qué ha quedado en mí, qué ha nacido en mí?

Voy a intentar desgranar todo lo que llevo dentro. Mi inspiración es un libro que leí hace tiempo y cuyo título se me quedó metido en la cabeza: 'Orar la vida en tiempos sombríos' de Teófilo Cabestrero. Hoy corren, nunca se fueron, tiempos sombríos por el mundo y ese mensaje sigue totalmente vigente.

Mi educación ha sido católica. No podía ser de otra manera; nací en España en 1965. La dictadura franquista estaba en todo su auge. Me gustaba la catequesis de comunión aunque sólo consistía en aprender como un papagayo el catecismo. Como me gustaba leer, un día mi madre me regaló un libro sobre Historia Sagrada, tipo cómic. Mi madre no es que fuera muy religiosa pero sí le gustaba leer. De allí pasé a la Biblia. Mi tío Juan me daba los domingos la Hoja de Sevilla y ahí leía el evangelio dominical.

Sin embargo, como vivía en el campo era complicado ir a misa. De hecho, no iba. Mi única relación con la iglesia era las clases en el colegio y luego en el instituto.

El servicio militar sí me dio la oportunidad de poder ir a misa en el cuartel pero el cura que había era de lo más antipático y no te motivaba nada. Pero si motivo a otros soldados que si aprovechaban de la circunstancia para ver quienes estábamos interesados en la religión. Estos soldados vigilantes eran del Opus Dei. El que yo fuera un joven - tenía 18 años - estudioso, educado, era cabo primero y encima interesado por la religión me hizo estar en su punto de mira y un día me invitaron a ir al piso del Opus.

Aun recuerdo la conversación con la que me engancharon. Un compañero me preguntó que qué oficiales me parecía mejores y yo dije pues fulano o mengano. Pues fulano o mengano son de la Obra, se les nota, me dijo el compi. Y era verdad, eran los más amables de cuartel. Así que ese fue el inicio para conocer el piso donde podría estudiar a mis anchas ya que, me contaban, tenía una buena biblioteca y sala de estudios. Justo lo que yo necesitaba. Y hombres,todos eran hombres. Las chicas estaban aparte.

Al Dios Invisible.

Señor, corren malos tiempos. Las tinieblas ocultan lo que fue un tiempo de esperanzas. La gente no te encuentra. Muchos piensan que tú eres como un amigo invisible. Pero no, tengo la certeza de que no eres invisible. Porque siento tu presencia. Siempre la he sentido. No sé cómo explicarlo. Es esa sensación de estar acompañado desde el momento en que tuve conciencia de mí. El Dios invisible para quien piensa que tú eres ese señor del triángulo en la cabeza. El de la capilla sixtina que con un dedo le da la vida a Adán. El que ilustra este blog. Y no. Siempre tuve la certeza de que tú no eres ese Dios. Quizás por eso mi fe no ha estallado por los aires. Porque me considero tan pequeño y tan inútil para comprender toda tu grandeza. Y no digo infinita, porque creo que el Universo no es infinito. Siempre me gustó eso de Dios del Universo. Creo que te define bien. Del Universo. O de los Universos. Por eso me es tan fácil encontrarte, sentirte, viendo las estrellas, el campo, las montañas, el mar. Todo lo que existe.

1 comentario:

  1. las escrituras y la tradición de los apóstoles nos guían Alfonso
    Dios no es humano es mucho más grande que todo y que todos , nuestra mente no logra entender ni la boca logra explicar , somos su creación como lo son los seres angélicos como el mismo cosmos , aunque hay quienes me expliquen la cadena evolutiva ... siempre pregunto y antes de ello... qué o quién desencadenó el big bang porque por magia espontánea la materia no funciona , las leyes naturales no funcionan etc
    Yo en lo personal he vuelto , como el hijo perdido o la oveja perdida , y he comprado el libro del Catecismo católico , ahora de adulta he vuelto a estudiar y a entender y abrir mi corazón sinceramente ...el camino no es fácil , uno reconoce y enderezar lo torcido es doloroso


    ojalá y puedas encontrar la vereda ( verdad) no en la conveniencia ideológica sectarista sino en conciencia plena ( no es fácil ni es camino de algodón y perfumes)

    un abrazo Alfonso

    ResponderEliminar